Conocé el porcentaje de incapacidad que establece el Baremo y calculá tu indemnización.
El tobillo es una articulación fundamental para caminar, mantenerse de pie y absorber impactos. Está formado por:
Tibia (maléolo medial)
Peroné (maléolo externo)
Astrágalo (soporta el peso)
Ligamentos y cápsula articular que le dan estabilidad y movimiento
Cada parte cumple una función esencial:
La tibia y el peroné permiten mover el tobillo hacia adelante y atrás
El astrágalo transmite el peso del cuerpo al pie
La articulación realiza movimientos de flexión dorsal, plantar, inversión y eversión
Una lesión en el tobillo suele deberse a caídas, golpes o torceduras. Es muy común entre trabajadores, sobre todo en tareas que implican esfuerzo físico, escaleras, andamios o superficies irregulares.
Las fracturas se clasifican según la cantidad de huesos afectados:
Unimaleolar: fractura de uno de los maléolos (tibia o peroné)
Bimaleolar: ambos maléolos fracturados (tibia y peroné)
Trimaleolar: se fractura también la parte posterior de la tibia (lesión más compleja)
Las fracturas trimaleolares requieren mayor seguimiento y, muchas veces, cirugía.
A continuación te explicamos los porcentajes que establece la TABLA DE EVALUACIÓN DE INCAPACIDADES LABORALES (LEY 24.557) para cada una de las lesiones, tanto para fracturas como para los distintos casos de pseudoartrosis:
Se afecta solo uno de los huesos. Generalmente se recupera bien, aunque puede dejar molestias si no suelda correctamente.
Ambos maléolos están fracturados, pero los huesos soldaron correctamente. La movilidad puede verse afectada de forma leve a moderada.
En estos casos, los huesos no se alinearon bien o quedaron secuelas articulares. Puede haber dolor crónico y limitaciones de movimiento.
El tobillo no mantiene su eje o se “afloja”. Esta inestabilidad está respaldada por estudios.
Cuando el problema afecta ambos tobillos, la dificultad para caminar y sostenerse se multiplica. Se reconoce una incapacidad mayor.
La indemnización que te corresponde va a depender del porcentaje de incapacidad con el que quedes después del tratamiento y al momento del alta médica. El médico legista deberá contemplar para establecer el % de incapacidad la limitación funcional en base a la capacidad del trabajador para realizar los distintos movimientos de flexión dorsal, plantar, inversión y eversión.
Si ya tenés estos datos, podés hacer un cálculo aproximado en nuestra calculadora de indemnización y pedir nuestro asesoramiento legal gratuito.
El diagnóstico se hace con estudios por imágenes:
Radiografía simple: suficiente para fracturas típicas del peroné o maléolo tibial
Tomografía (TAC): necesaria si hay fracturas complejas o compromiso del pilón tibial (zona articular inferior de la tibia)
El médico evalúa qué tipo de fractura hay y qué tratamiento corresponde.
La indemnización que te corresponde va a depender del porcentaje de incapacidad con el que quedes después del tratamiento y al momento del alta médica.
Si ya tenés estos datos, podés hacer un cálculo aproximado en nuestra calculadora de indemnización y pedir nuestro asesoramiento legal gratuito.
Dependerá de la gravedad:
Fracturas sin desplazamiento → se puede indicar inmovilización y reposo
Fracturas con desplazamiento o inestabilidad → suelen requerir cirugía de reducción con fijación
📌 Tras el tratamiento, es clave la rehabilitación con kinesiología para recuperar movilidad y estabilidad.
El servicio de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo no está disponible en este momento.
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